El yoga Vinyasa es una metodología que se distingue por su enfoque fluido y dinámico, donde cada movimiento se sincroniza con la respiración. En esta práctica, las posturas (asanas) se enlazan en secuencias continuas, creando una especie de «danza» meditativa que promueve tanto la fuerza física como la claridad mental.

A diferencia de otras modalidades de yoga, como el Hatha, que se centra en mantener posturas de manera estática, o el Ashtanga, que sigue una serie fija de movimientos, el Vinyasa se caracteriza por su creatividad y versatilidad. Cada clase puede variar según el maestro, permitiendo una experiencia única y adaptada a las necesidades del practicante. Esta metodología no solo fortalece el cuerpo, sino que también fomenta un estado de presencia consciente, ya que la atención se dirige constantemente hacia el flujo de la respiración y la transición armónica entre posturas. En esencia, el Vinyasa Yoga celebra el movimiento como una meditación en acción.